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Renovación en Berlín: una vieja casa se convierte en un loft

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A Kreuzberg, famoso barrio multicultural del antiguo Berlín Oeste, la arquitecta Tanja Meyle ha dado nueva vida a una antigua casa de principios del siglo XVIII convirtiéndola en un elegante y moderno loft de 250 m2. Una renovación que se caracteriza por la creatividad y el estilo contemporáneo, pero que no olvida el pasado y respeta la edificación existente.

Esta renovación ha conseguido unir con solvencia dos materiales: la madera y el cemento. En el proyecto de reforma, la estructura de madera preexistente se ha mantenido íntegramente, con un trabajo de restauración y limpieza de las vigas. De igual forma, todas las viejas columnas que no comportaban ningún riesgo se han conservado. Lo mismo aplica a las dos paredes principales en ladrillo, recuperadas mediante cepillado, limpieza y aislamiento.

ANTES: la casa antes de la obra de reforma de la arquitecta Tanja Meyle del estudio Meylenstein

La estructura central está constituida por una estructura de cemento, una especie de cubo que separa la amplia sala de estar del espacio de la cocina, más pequeño. En la cocina, quedan rastros de la vida anterior del piso en los ladrillos ennegrecidos que revelan el lugar por el que pasaban las viejas chimeneas y que decoran la pared.

A lo largo del pasillo, tres “cajas azules” (blue boxes) se han diseñado con dimensiones y alturas diferentes que nunca llegan al techo. Este recurso permite intuir la amplitud de la estructura exterior y dar aire al espacio, dejando ver siempre la pendiente del techo en toda la extensión del ala.

Todo el proceso de reforma se ha desarrollado en estrecha colaboración con el cliente, en una relación basada en la confianza que ha permitido la realización de un proyecto muy libre y creativo, nada convencional. El primer piso acoge la zona de noche y es accesible a través de dos escaleras distintas, ambas realizadas en cemento proyectado: la primera está en la sala de estar, mientras que la segunda une la cocina a la terraza del techo a través de una galería. En todas las superficies del cubo se ha aplicado una capa de cemento pulido.

En la planta superior, a petición del cliente, la bañera se ha empotrado en el suelo para dar al ambiente una atmósfera de spa, tranquila, cómoda y relajante. El pequeño lavabo también está empotrado y tiene aspecto de mesita. El espacio se completa con muebles a medida y una pared divisoria de cartón yeso que delimita el acceso al servicio, para que la zona de noche y el baño no estén ni unidos ni claramente divididos.

Según el diseño, la zona de la cocina está dominada por una isla central, de cemento proyectado, modelado y construido in situ. La isla ha permitido la realización de un espacio capaz de albergar cómodamente hasta 8 personas. La superficie de trabajo está organizada de un modo simple pero eficaz, con soluciones a medida para alojar espacios de almacenamiento y servicio. Esta solución ha permitido, por ejemplo, esconder el lavavajillas y la basura. El banco de trabajo móvil con ruedas y cajón es el trabajo artesanal de un carpintero y permite una utilización más flexible y dinámica de la cocina.

Otros elementos y electrodomésticos, como la nevera-congelador, el horno y la máquina del café, se han integrado en el armario de detrás. El armario cuenta con repisas extensibles y otros huecos de almacenamiento. La despensa apenas se ve, porque está colocada detrás de una hoja forrada con papel pintado con apertura push-pull.

Las otras tres habitaciones de la planta baja se han diseñado como volúmenes cúbicos independientes, apoyados en el espacio entre el suelo y el techo. Las mencionadas “cajas azules” encierran y esconden un baño y un lavadero con aseo, un trastero y una habitación de invitados. Todas las puertas que unen las tres habitaciones son correderas ocultas sin acabados exteriores, perfectamente integradas en la pared. El panel puerta siempre es del mismo color que la pared, azul en la parte exterior, blanco en la interior.

Para esconder las aperturas, la arquitecta ha escogido los contramarcos para puertas correderas sin marco ni tapajuntas ECLISSE Syntesis® Line corredero, una solución discreta y elegante que permite minimizar el impacto visual de las aperturas sin dejar ver ningún borde de la estructura de aluminio.

El testimonio de la arquitecta Tanja Meyle

“En el diseño, las cajas no estaban alineadas y debían parecer elementos herméticamente cerrados. La puerta debía distinguirse a duras penas de la pared y, al mismo tiempo, quería que las cajas tuvieran colores diversos y contrapuestos. Esto significa que cada puerta tenía que tener el mismo color que la pared en la que se instalaba. Una puerta abatible convencional no habría podido producir el mismo efecto.

Además, con la reforma hemos resuelto un problema de espacio con las salas de servicio para los invitados, el lavadero y el guardarropa, zonas demasiado reducidas para tres puertas abatibles. Me parece maravilloso que las puertas correderas desaparezcan en la pared cuando se abren, simplemente con un gesto. Los sistemas correderos sin marco de ECLISSE nos han permitido concretar perfectamente el concepto que yo tenía en mente”.

Este proyecto se incluye en Visions, el catálogo que contiene los mejores diseños realizados durante los últimos años con la utilización de los productos ECLISSE.

Características del proyecto: madera, cemento
Proyecto: reforma
Número de plantas: 2
Superficie bruta: 301 m2
Superficie útil: 243 m2
Zonas de paso: 31 m2
Superficie de suelo calentada: 274 m2
Año: 2014
Reconocimientos: Heinze Architekten AWARD 2016: Teilnehmer
Estudio de arquitectura: MEYLENSTEIN Berlin www.meylenstein.net – Dipl. Ing. Arq. Tanja Meyle

Fotógrafo: Markus Mahle www.markusmahle.com (interior) – Tanja Meyle (foto obra)