Puertas correderas
Las puertas correderas son la opción ideal para quienes desean aprovechar al máximo el espacio disponible en el hogar. Prácticas y versátiles, las puertas correderas permiten ganar un espacio fundamental en las habitaciones más pequeñas, y además permiten más posibilidades de amueblamiento incluso en estancias más grandes, como la cocina o el salón.
Tipos de puertas correderas :
Una puerta corredera externa se desliza a través de un riel en el techo a lo largo de la pared. Tanto cuando está abierta como cuando está cerrada, la puerta permanece siempre visible.
Las puertas correderas ocultas siempre se deslizan sobre un riel suspendido pero, cuando se abren, desaparecen completamente dentro de la pared.
Para funcionar correctamente, una puerta corredera empotrada en la pared requiere la instalación de un sistema especial, comunemente conocido como contramarco.
Se entiende por contramarco de una puerta corredera oculta una caja metálica (también llamada cofre o caja de persiana) que permite que la puerta se deslice y desaparezca en la pared, alojándola en su interior.
Todas las puertas correderas resuelven un problema de espacio, pero las puertas ocultas permiten además liberar la pared corredera y ofrecen más posibilidades en términos de mobiliario.
Permiten separar estancias a la perfección, dejando pasar la luz de una estancia a otra.
Son una solución ideal y moderna, muy versátil y con tamaños y acabados personalizables.
Las dimensiones estándar de una puerta corredera son de 80×210 cm. Según el modelo, las puertas ocultas pueden fabricarse a partir de 60 cm de anchura y hasta 290 cm de altura. Consulta las fichas técnicas específicas de cada modelo.
El grosor del panel de una puerta oculta puede ser de 40 mm como máximo, incluidos los junquillos. En los modelos especiales, como ECLISSE Telescopica, el grosor máximo es de 43 mm. Se recomienda consultar la ficha técnica de cada producto específico.
No hay ningún límite concreto en cuanto a los acabados del panel de la puerta, que puede ser de madera, cristal o soluciones mixtas como cristal y aluminio. Hay muchísimas alternativas disponibles. Elegir una puerta corredera de cristal es sinónimo de dar más luz y luminosidad a la habitación. Una puerta de madera, en cambio, favorece un ambiente más cálido y un estilo clásico.
La puerta corredera oculta también puede ser con jambas o sin jambas (las llamadas puertas al ras de pared). Las jambas y los marcos de las puertas se definen como todos aquellos elementos accesorios que rodean el panel de la puerta, es decir, el marco que rodea el panel de la puerta.
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